Trabajar por amor a Dios. Para que Dios me ayude a comprender que lo que da valor a cualquier trabajo honesto es el amor con el que lo hacemos: en primer lugar, amor a Dios, a quien le ofrecemos el trabajo; y amor al prójimo, a quien queremos servir y serle útil. Trabajar con orden y constancia. Para que con el auxilio de la virgen, sepa aprovechar el tiempo como un tesoro: y me esmere en mejorar la virtud el orden, de tal modo que consiga hacerlo todo con puntualidad, intensidad y constancia, sin confusiones ni retrasos, siguiendo un plan bien estructurado, que me permita dedicar, de forma equilibrada, los horarios convenientes a cada uno de mis deberes: vida espiritual, familia, profesión y relaciones sociales.
Trabajar por amor a Dios. Para que Dios me ayude a comprender que lo que da valor a cualquier trabajo honesto es el amor con el que lo hacemos: en primer lugar, amor a Dios, a quien le ofrecemos el trabajo; y amor al prójimo, a quien queremos servir y serle útil.
ResponderEliminarTrabajar con orden y constancia. Para que con el auxilio de la virgen, sepa aprovechar el tiempo como un tesoro: y me esmere en mejorar la virtud el orden, de tal modo que consiga hacerlo todo con puntualidad, intensidad y constancia, sin confusiones ni retrasos, siguiendo un plan bien estructurado, que me permita dedicar, de forma equilibrada, los horarios convenientes a cada uno de mis deberes: vida espiritual, familia, profesión y relaciones sociales.